Mi homenaje en este triste centenario es ayudar a lavar la sangre obrera: de Chile, Perú, Bolivia, Argentina atacados cobardemente por los sirvientes de la ambición, héroes obreros de 4 países hermanados por los tiempos caídos allí en el inmenso vació de la muerte. Escuela Santa Maria de Iquique hacen 100 años
(Pedro Piñones Díaz) Francia 2007
Fuman aun los fuegos en el desierto a 100 años de la Escuela Santa Maria se siente aun tibia la sangre, aun vemos caer los pampinos por las balas del ejercito chileno y su artillería al servicio de los ricos.
Mi homenaje en este triste centenario es ayudar a lavar la sangre obrera: de Chile, Perú, Bolivia, Argentina atacados cobardemente por los sirvientes de la ambición, héroes obreros de 4 países hermanados por los tiempos caídos allí en el inmenso vació de la muerte.
No, no estoy llorando si no que siento asco por los asesinos de anteayer, de ayer y de mañana, allí se paso algo muy grave y todos se callaron : traidores, allí las fuerzas brutas sirvientes del capital sembraron la muerte y los pasquines se callaron: cobardes de la paz a la guerra la distancia es de un milímetro allí en Iquique comenzó la lucha de clases, el amor por la patria de los obreros asesinados, sus mujeres y niños y la traición de las artillerías asesinas del gobierno de Montt.
El grito de desafió y de resistencia lanzado en la Escuela Santa Maria aun retumba y los parias de hoy los recogemos en este océano desolado y sufriente, Iquique no es una isla lejana nos entrego una onda de dolor y de gloria del proletariado.
La entrega de esos hermanos pampinos no fue, ni será estéril su sangre bajo furiosa por el vientre de la patria y los océanos, los vientos la llevan lejos para quedarse en el recuerdo y en los tiempos, todos los tiempos.
El tableteo de metrallas allí entre las ruinas de la Escuela, aun se siente en el alma popular, quisieron sumergir por siempre las banderas rojas, no lo lograron han ido he irán en los brazos populares sin sumergirse, irradiaran las cuatro patrias de ideas nuevas para establecer la soberanía popular.
Los recuerdos de los obreros de la Pampa, vienen de lejos, aun irán mas lejos son los precursores del socialismo del siglo 21, es el pueblo, netamente el pueblo que de las cenizas lanza un canto de lucha.
Siento que la tristeza me invade y mi alma recorre el norte para huir con los niños y las mujeres solitarias en la Pampa después de la masacre y no fue a la gloria que escribieron los soldados y fascistas chilenos de la época “palomearon” los camisas blancas después mataron niños y mujeres artillería y colaboradores: cobardes ejercito y derecha que son la misma mierda: criminales fueron 3600 muertos en la Escuela.
Y no se contaron a los asesinados en la Pampa en los días posteriores a la matanza, que se sepa que nuestro odio no es transitorio es y será hostil para seguir diciendo que el ejercito es el brazo armado del capital, después estos “patriotas” entregaron el Salitre a las compañías transnacionales y no dijeron nada celebraron en los palacios esta “acción patriótica”.
Los pampinos querían vivir un poco mejor, si un poco mejor y no traicionaron a nadie con sus demandas, que no eran excesivas si no justas, nada mendigaban, el ejercito y el coronel Renard consolaron a los ricos dando muerte y tormento a los sobrevivientes, el fantasma de “su victoria” los persigue en el tiempo y un día llegara porque todo llega o se construye un nuevo estado, porque otro mundo es posible y por cierto sin fuerzas represoras y asesinas.
Y desde las galeras modernas ese delicioso día vendrá a construir con amor y pasión roja y la memoria inmemorial estará recordando los estandartes rojos y salitreros y todos los recuerdos ancianos.
Un día yo quitare esta vida y quiero dejar en las arenas mi homenaje a esos hombres y mujeres del ayer para que no desaparezcan jamás y sus almas no sean exiliadas al olvido, porque esas almas tenían y sentían el amor, ilusiones, esperanzas, entonces, yo y vosotros amigos de hoy dormiremos tranquilos y me iré recordando mis hermanos de la Escuela Santa Maria allí donde el sol no se repliega y ataca furioso a medio día.
Yo escucho aun las melodías graves de la sangre y groseramente los ordenes del general asesino que ordena cortar las raíces de las patrias a la metralla, a fuego, a tierra quemada pulverizaron la vida en la Escuela y dejaron aun mas muertos por los caminos y senderos pampinos.
Yo no soy mas que un hombre, un poeta exiliado aun, un hombre insignificante a este lado del tiempo entendí hace mucho, que el poder, no nos entiende que el estado arrasa todo por las armas y llena las cordilleras y pampas de cementerios y si falta espacio, lanza los muertos de los patriotas al viento y al mar, de esos tormentos yo no me puedo callar yo conozco mi tierra natal y los recuerdos de mi familia luchando en la Pampa.
A mis hermanos caídos en la Escuela Santa Maria de Iquique hace 100 años sale un grito de mis venas y de las sombras del cobre y el salitre castigados por los “grandes señores”, cargamos en el presente sobre nuestras espaldas un compromiso muy serio y fraternal: las leyendas heroicas de la clase obrera, no cargaremos de nuevo un funeral y el sueño sin destino de la muerte.
En los tiempos de desesperanza de esta tierra en la desesperanza de los hombres taciturnos en sus soledades nos llega la tarea de descifrar los alfabetos populares y recoger los mensajes de la tierra, que no esta tan lejos, aquí bajo nuestros pies, entonces existirán respuestas para las almas fatigadas a pesar de las desesperanzas.
La vida nunca es tranquila levantemos arenas y estandartes quebremos el silencio cómplice liberemos la patria logremos la libertad es el mejor recuerdo y homenaje a los pampinos heroicos que allá en la Escuela Santa Maria supieron morir: en este centenario gloria a los mártires del pueblo gloria eterna a los pampinos. |
Aucun commentaire:
Enregistrer un commentaire