La Paz, 8 nov (PL) Miles de bolivianos acudieron hoy al Cementerio General de esta ciudad para llevar sus Ñatitas (cráneos humanos, incluso algunos reales), los cuales según la tradición protegen y conceden deseos a sus poseedores.
Como cada 8 de noviembre, dueños de los curiosos artefactos llegaron al camposanto luego de todo un año de brindarle atenciones y cuidados, con la esperanza de que los ayuden a andar por la vida.
Ellas nos cuidan, resguardan nuestras casas y cumplen peticiones, aseguraron a Prensa Latina varios devotos del ritual aymara extendido a otros sectores de la población, sobre todo los más pobres.
Entre los desvelos constatados sobresalen la colocación de algodones y espejuelos en los orificios craneanos, además de pintorescos gorros y mantos.
Las Ñatitas son ubicadas en altares y urnas, rodeadas de flores y ofrendas como cigarrillos y velas.
Algunos contratan a músicos ambulantes para que le canten a sus reliquias.
De acuerdo con los seguidores de la tradición, los cráneos llegan a sus manos a través de compras y regalos, aunque también -precisaron- pertenecen a familiares.
El ritual incluye una misa, el rociado con agua bendita a la Ñatitas y oraciones.
Sin embargo, para unos pocos la ocasión sirve para botar sus amuletos, atendiendo a que incumplieron su cometido de protegerlos.
Esta celebración llega apenas unos días después del Día de Todos los Santos, acontecimiento destinado a recordar a los difuntos.
La Alcaldía municipal de La Paz movilizó a decenas de agentes para garantizar la tranquilidad del festejo.
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