EL TABLIAO SE DURMIO
David, hoy de nuevo te saludo
Con mi acento lleno de furia y esperanzas, donde te has escondido?,
Tus pasos han bajado al silencio donde se refugia tu alma
Hijo de la clase obrera sembradora de sueños, tenemos ganas de llamarte, pero no vendrás nunca
Estarás con tu recuerdo en nuestros labios agradecidos.
Nosotros vamos por el mundo sufriendo y creando como tú querías
A veces entramos al precipicio de otro día donde tal vez sigamos luchando
Para borrar las huellas de dolor dibujadas en la piel, para ir de nuevos intactos detrás del sol y de la esperanza.
David tu caminaste despacio por cerros y praderas, cruzaste esteros
Te enfrentaste de pronto con el cielo de estrellas vacilantes
Fuiste por los ríos y un mes de abril te tropezaste y no veras llegar mayo
Te escondiste en el cielo, junto a las sombras de todos con evidentes formas
De allí decenderas un día corriendo a saludar a los que quieres, amigo mío.
La conciencia libertaria de David se ha encontrado de nuevo con la tierra
Allí no existe la nostalgia, solo se retienen rostros y figuras
Junto a un verso y al amor integral y global.
Y aquí nos quedamos en un estado de abandono
Quizás la muerte venga mañana y sin esperarla por cierto
Aquí en la tierra sigue viviendo la vida ociosa y tratamos de sanar las almas
Con un grito de conciencia proletaria
Hasta siempre hermano obrero, Camarada rojo de verdad
En esta noche me asomo a mi ventana
Y maldigo la muerte cruel
Mientras las rosas de mi jardín de desojaban.
PEDRO PIÑONES DIAZ
Poeta y escritor de Cabildo
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