Quiero recurrir este día al alma de las palabras
Para recordarte Padre
Hoy es mi alma que viene a escuchar tu voz desde
Las profundidades celestiales
Y simplemente decirte, gracias por haber sido y serás mi Padre.
Tu sabes ya somos grandes tus hijos, eres abuelo, y los pájaros
Continúan sus vuelos libertarios que tú admirabas.
Es en las mañanas que veo tu silueta ausente
Cuando yo comienzo a soñar de nuevo, como tú querías
Ser responsable, trabajador, luchador por la libertad,
Te cuento que he sido fiel a tu deseo, y sigo recordándote, aunque pase el tiempo….
Después de tu partida he viajado por todas las edades sin olvidar tu duelo
Y el llanto sin cesar, que es siempre en silencio
Para entregarte amor, como cuando con amor te alojaste en un ataúd
Para un viaje sin retorno, tú sabias donde ibas, allá estarás bien.
Tus herederos han seguido naciendo, son fuertes y saben de su abuelo
Estas presente, y tú presencia nos ayuda a no abatirnos en la desesperanza
A veces te confidencio y hablo contigo, sobretodo en días de sol.
Uso las palabras y su alma de ellas, para agradecerte tu amor y ejemplos
Y esos besos de amor y orgullo.
Yo sigo aquí, eso lo sabes,
Con el alma incierta como un océano en reflujos me ayuda a sobrellevar la pena
Tu alma se fue, pronto seré yo…
Y no te diré adiós, vendré aquí a vivir la eternidad
Entonces será la alegría verdadera, no habrá más duelo
Porque nos fundiremos con la tierra como cuando se derrite un cirio;
Gracias Papa por afirmarnos cuando la duda nos asolaba, eso nos da una alegría intensa
Y aquí crecerá la hierba
Profunda y verdadera como tus deseos
Entonces para mi, tu sangre que corretea en mi cuerpo
Haciéndome y llamándome a recordarte por siempre.
Pedro Piñones Díaz
Poeta
Junio 24 2011
EL LOLO, MI PADRE UN GIGANTE
ELEODORO HUMBERTO, se llamaba
Tenía nombre de rey, y fue un rey del trabajo y del esfuerzo,
Tomaba el sol con sus manos en esas mañanas campesinas de ayer
Acariciaba el plumaje de los pájaros
Cuando estaba ausente y sus hijos le faltaban.
Era como el agua, limpio, febril y de sonrisa azul
Así era “el lolo” y la vida no lo cambio, era simple como un atardecer.
Recuerdo que eras amable en el trato e impulsivo frente a la mentira
La miseria fue una sorpresa gratuita que lo persigue cuando joven
Y desde la penumbra saco fuerza para luchar por sus retoños
Con amor como los arboles que luchan por sus hojas.
“Lolo” fue inteligente como el otoño que se cubre de mil colores
Tú que en tu niñez ibas a pies descalzos sobre la hierba
Nos ayudasteis a reconocer un árbol y su edad
Como también la virtud de la honradez
En este mundo de imágenes falsas.
Cuando el sol se despide de las ramas altas de este valle tan nuestro
Este mes de junio aquí en Cabildo
Te saludamos con melancolía mientras la ciudad
Se va invadiendo de gentes, olores y colores.
Aquí se quedo el destino de mi padre que tenía nombre de rey
Y la inteligencia de un poeta
Y las manos limpias para luchar por la vida.
Pedro Eugenio- Ximena Rosa
Piñones Tordecilla
EL TABLIAO DE DURMIO
David, hoy de nuevo te saludo
Con mi acento lleno de furia y esperanzas, donde te has escondido?,
Tus pasos han bajado al silencio donde se refugia tu alma
Hijo de la clase obrera sembradora de sueños, tenemos ganas de llamarte, pero no vendrás nunca
Estarás con tu recuerdo en nuestros labios agradecidos.
Nosotros vamos por el mundo sufriendo y creando como tú querías
A veces entramos al precipicio de otro día donde tal vez sigamos luchando
Para borrar las huellas de dolor dibujadas en la piel, para ir de nuevos intactos detrás del sol y de la esperanza.
David tu caminaste despacio por cerros y praderas, cruzaste esteros
Te enfrentaste de pronto con el cielo de estrellas vacilantes
Fuiste por los ríos y un mes de abril te tropezaste y no veras llegar mayo
Te escondiste en el cielo, junto a las sombras de todos con evidentes formas
De allí decenderas un día corriendo a saludar a los que quieres, amigo mío.
La conciencia libertaria de David se ha encontrado de nuevo con la tierra
Allí no existe la nostalgia, solo se retienen rostros y figuras
Junto a un verso y al amor integral y global.
Y aquí nos quedamos en un estado de abandono
Quizás la muerte venga mañana y sin esperarla por cierto
Aquí en la tierra sigue viviendo la vida ociosa y tratamos de sanar las almas
Con un grito de conciencia proletaria
Hasta siempre hermano obrero, Camarada rojo de verdad
En esta noche me asomo a mi ventana
Y maldigo la muerte cruel
Mientras las rosas de mi jardín de desojaban.
PEDRO PIÑONES DIAZ
Poeta y escritor de Cabildo
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