INCENDIO EN LA TORRE 5 DE SAN MIGUEL
Fuerte y doloroso ha sido la muerte por incendio de 81 personas, consecuencias del hacinamiento en las cárceles de Chile, jóvenes, viejos, de todas las edades, juntos a delincuentes peligrosos, allí en el interior de las mazmorras se vive permanentemente en el terror y esperando una cuchillada por la espalda, y puede venir de cualquier persona, toda esa violencia se fusiona con el alcohol y la droga, la depresión y las causas patológicas y mentales que produce el encierro.
Desde que Chile es Chile y también de mucho mas atrás en su historia, las cárceles han estado repletas, allí los marginados sufren todos los rigores, el maltrato de los carceleros y de los delincuentes con cartel y otros que son simples marionetas los que se hacen llamar jefes de bandas, estos sicarios son enviados a realizar todos los trabajos sucios de los hampones mayores.
Es lamentable, si, ahora todos los coristas del oficialismo, dicen “ es lamentable”, y sabemos que esto no es la primera vez que ocurre en este largo país, tan largo como las penas y dolores de aquellos que sufren encierros y castigos humillantes, los que son enviado por simples delitos a vivir con delincuentes avezados, que se aprovechan de los recién llegados, esta desgracia mayor de la cárceles, luego pasara al olvido y no tendrá más prensa, esta misma prensa amarilla que se aprovecha del dolor ajeno para vender imagines.
81 personas quemadas, independientemente de su condición de reo, delincuente o inocente, primero que nada son personas y deben ser tratados como tales, la delincuencia es y será una lacra de la sociedad, de esta misma que les niega a los, jóvenes toda posibilidad de inserción, formación, estudios y posibilidades en la vida, todo lo que se diga sobre el trágico al interior de las cárceles, de droga, alcohol, sables, cuchillos, estoques, peleas, muertes, violaciones, desgraciadamente es cierto, allí detrás de los muros se vive otra realidad, muy amarga y cruel, que la sociedad civil no conoce y no entendería de porque?
El hacinamiento, la promiscuidad, las celdas de castigo, recuerdo que en tanto que prisionero y era el único político en la cárcel de San Felipe, ‘vivíamos” 22 personas en un espacio de 6x3, entonces puedo decir que conozco lo que pasa detrás de esos muros altos y protegidos con guardias y alambradas electrificadas, la comida que se da en las cárceles es incomible, en las celdas se debe soportar peleas, tomateras, droga, ruedas de mate, radios, teles, gritos de personas con problemas mentales, en clima que se vive es inenarrable, y de eso nada se escribe, nada se cuenta hacia el exterior de esos centros de castigo.
Cuando se entra en una cárcel, cada uno se las arregla, si tiene amigos allí, será recibido, los mas se quedan solos y sujetos a ataques de todo tipo, en ese mundo carcelario no existe la compasión, cada uno es mas “choro” que otro y con bravatas y golpes a los más débiles se hacen de un “cartel de choro”, pero en el fondo se saben muy débiles, frente a las peleas la guardia interna de gendarmería es bien poco lo que puede hacer, “el paco” es un preso mas y vive largas jornadas laborales por un bajísimo salario, privado también de contacto con el exterior durante su turno, muchos conviven bien con los reos, participan en las “mateadas” y tratan de mantener un orden que a veces en un milímetro de tiempo de desborda; pasando estos guardias a ser las primeras víctimas en una pelea generalizada.
El primer derecho humano de la persona, es su seguridad, y en chile eso no se tiene, la delincuencia de bajo monto ataca y busca sus víctimas entre los más pobres, robos al vuelo con los ancianos, robo de la ropa con alambre y todo que esta tendida en los patios, robos a los niños de sus prendas de vestir, bicicletas y ahora ultimo celulares y aparatos musicales, la privatización de la educación trae junto a ellos la descolarización y la no formación de los jóvenes en las reglas mínimas de participación en una sociedad, la ley y los famosas soluciones de los políticos agravan la situación sobre la seguridad de las personas.
Las familias de las víctimas han quedado rendidas a un dolor incomprensible y difícil de sobrellevar, sobre todas de esos muertos inocentes que se encontraban en la torre 5 esa noche fatídica en que el incendio consumió sus vidas, jóvenes que se ganaban la vida vendiendo Cd en las calles, es cierto que eran pirateados, pero es que se justifica que ese juez los envié a vivir con peligrosos hampones, ese mismo juez que pensara ahora? Es que también será investigado por esas famosas e inútiles comisiones que se forman para cada caso en Chile y nunca se saben los resultados?
Ese policía que detuvo a vendedores en la calle, que pensara? No le dio ninguna posibilidad a ese joven y en juez tampoco, no es nada nuevo que la justicia funciona a dos velocidades una para pobres y otra bien diferente para los ricos, los pobres que caen presos van directo a las mazmorras, los que tienen plata se van a esa misma cárcel pero a un “pensionado” con cierta privacidad, “mocitos” para que los atiendan, salidas a patio diferente a las horas de la delincuencia pobre, en una cárcel todo tiene un precio, todo se paga con plata, trafico, droga, silencio, complicidad, etc.
Esta semana los familiares de los 81 muertos de la cárcel de san miguel realizaran una marcha pacífica de protestación por sus víctimas en el centro de la capital chilena, algunos parlamentarios presentaran a nombre de las familias una querella contra el estado de chile por su responsabilidad, avizoramos ya la respuesta que se pueda dar a esta querella por los tribunales, si al final no se llega a nada , como es costumbre, se debe recurrir a instancias internacionales para buscar justicia, la responsabilidad del estado de Chile aquí es grave, porque el problema viene de mucho tiempo y nadie le ha puesto el cascabel al gato.
El hacinamiento se debe terminar construyendo cárceles que sean re orientadoras de vida, reformadores y poner a esa persona a un acorde para vivir pacíficamente en una sociedad civilizada, separar los reos por delitos, eso es urgente, pues hoy se vive un clima muy peligroso en las cárceles.
El tema es tan largo como largo son los dolores y dramas de las cárceles
Pedro Piñones Díaz
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